¿Es el verano un buen momento para reformar tu casa?

Mientras que la ITE de edificios en Barcelona se puede pasar en cualquier época del año, las reformas integrales o parciales cobran especial sentido en verano. ¿Por qué acometerlas durante esta estación? ¿Qué ventajas tiene? Lo vemos en las siguientes líneas. 

El buen tiempo y la escasez de lluvias convierten a la estival en una época perfecta para hacer reformas en casa. Date cuenta de que son meses con más horas de luz natural y, por lo general, con más tiempo libre. 

Qué podemos reformar en verano

El verano es el momento perfecto para instalar ventanas nuevas que mejoren el aislamiento acústico y térmico.  En verano, podremos estar un par de días con el hueco de las ventanas vacío mientras se colocan la nuevas. Lo cubriremos con un cartón o una mosquitera. Cuando los operarios de Rehabilitaciones Fachadas Barcelona hayan instalado las nuevas ventanas, verás cómo baja la factura del aire acondicionado y la calefacción en invierno. 

El verano también es el momento perfecto si lo que quieres es renovar el sistema de calefacción de casa. Teniendo en cuenta que, durante los meses de calor, es algo que no se usa, se podrá cambiar para tenerla lista para cuando vuelva el frío de nuevo. 

Otro tipo de reformas que podemos acometer en verano son las relacionadas con la pintura, tanto en exteriores como en interiores. Al tener más y mejor luz natural el cliente podrá ver exactamente cómo queda el color. Además, al poder mantener las ventanas abiertas la tarea de pintar será más llevadera, habrá más ventilación y por lo tanto la pintura se secará antes.  

Por descontado, los arreglos y reparaciones en el exterior de la casa es mejor dejarlos para el verano. Por ejemplo, la limpieza y mantenimiento de canalones, las reparaciones del techo, el sellado de grietas o el arreglo de vallas.

La reforma de la cocina

La de la cocina y el baño son dos de las reformas que más planificación requieren al ser dos elementos clave del hogar. En verano pasamos más tiempo fuera y por eso puede ser el momento perfecto para dar un lavado de cara a estas dos estancias de la vivienda. Además, solemos comer más platos fríos y estar unos días sin la vitro o el horno no supondrá tanto trastorno.